Hola Querida Amalai:
Hace un tiempo vengo dándole vueltas al tema del amor.
Un día escuché algo que me hizo mucho sentido: el error que muchas veces cometemos al enamorarnos es que no nos enamoramos de la persona en sí… sino de lo que esa persona nos hace sentir.
¿Te suena familiar?
Al inicio de una relación suele aparecer esa euforia inicial: cuando nos sentimos el centro de atención, cuando el otro está disponible, es detallista, nos dice cosas lindas, responde rápido los mensajes y muestra sus mejores atributos. Esa sensación es tan intensa que creemos que eso es el amor.
Pero con el tiempo, cuando la relación se establece y la novedad pasa, ya no somos el centro de atención. Entonces aparecen las inseguridades, las dudas y esa pregunta incómoda: ¿qué pasó con esa persona tan atenta?
La verdad es que muchas veces nos enamoramos de cómo nos hace sentir la otra persona, no de la persona misma. Nos enamoramos de la sensación de ser vistas, de sentirnos especiales… y cuando esa emoción ya no está, la relación empieza a tambalear.
Comenzamos a exigir aquello que alguna vez recibimos y ahora falta. Dejamos de ver a la persona, empezamos a querer cambiarla, convencidas de que “cambió”.
Pero la verdad es que nunca cambió… siempre fue así. Solo que nosotras no lo vimos hasta ahora.
La diferencia está en aprender a amar desde otro lugar: enamorarnos de la persona, de cómo piensa, de cómo actúa en el mundo, de lo que construye, de lo que es… más allá de lo que nos entrega en esos primeros meses. Es difícil SI, imaginate eso lo estoy aprendiendo a mis 44 años jajaja así que si eres más joven, felicidades! Te estoy compartiendo un secreto que puede cambiar tu forma de relacionarte!
Haciendo memoria, creo que solo una vez en mi vida he experimentado ese amor más consciente: el de estar con alguien porque me gustaba realmente la persona y no solo cómo me hacía sentir. Y te confieso que todas las demás veces caí en la trampa de la euforia inicial.
Por eso quería dejarte este recordatorio, tanto para mí como para ti: Si estás en pareja, quizás pueda ayudarte a mirar tu relación con otros ojos.
Y si estás buscando amor, que sea una brújula para elegir con más claridad.
Hoy lo tengo claro: el verdadero amor no es ese torbellino inicial, sino la calma de elegir, con atención y conciencia, a la persona que quieres a tu lado.
Con mucho cariño,
Marce