Hola Querida Amalai:

¿Cuántas cosas me he perdido por miedo?
Muchas.


Y estoy segura de que tú también.

 

Hoy quiero contarte algo que pocas veces digo.
Quizás me sigues en Instagram, ves mis historias y te llega la imagen de una mujer valiente, entera, decidida, perseverante, disciplinada.
Y sí, esa soy yo… pero solo una parte.

La otra mitad —mi otra cara de la luna— está llena de sombras.
Aunque no lo creas, soy muuuy miedosa. Muchísimo.


He dejado de hacer varias cosas porque me bloqueo.
Y otras veces me lanzo igual, con el miedo colgado al hombro.

También soy insegura, lenta para tomar decisiones, y a veces me cuesta confiar.


¿Son cosas “malas”?
Ya no las veo así.

Aprendí a mirar mis miedos y mis inseguridades como maestras.
Me han traído hasta este presente.
No las he superado —para nada—, pero sí aprendí a convivir con ellas.
Y en ese proceso descubrí algo hermoso:
que reconocer mis sombras me hizo más empática conmigo, más paciente, más amorosa.
Me enseñó a hablarme bonito.
A no exigirme tanto.
A sostenerme.

Así que, si miro todo esto con otros ojos, puedo ver que de lo “malo” también pueden nacer cosas muy bonitas… si nos lo permitimos.

 

🌙 Deja de castigarte.
Deja de hablarte con palabras feas.
Conviértete en tu mejor amiga.

Gracias por estar aquí,
cariños,
Marce

✨
Y tú…
¿qué harías si dejaras de pelear con tu miedo y empezaras a caminar con él de la mano?